jueves, 17 de enero de 2013

Shh...

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¿Lo oyes? ¿Qué es?....

Se llama Silencio... hacia tiempo que no lo escuchabas ¿verdad? Así es él... tan imprevisto como oportuno, tan deseado como odiado, tan ruidoso como escandaloso, tan... tan él. Es diferente y único, te puede hacer sentir mil cosas distintas unas de otras, sin moverse, sin interactuar contigo de una manera u otra... solo aparece y de ti depende como lo querrás ver o más bien escuchar esta vez...

Llegó el final del día... y lo extrañas... lo deseas. No más ruido, sonidos... sólo cerrar los ojos cansados, y con la compañia de tu soledad, disfrutar de la velada que el Silencio os ofrece. Qué gran sensación... Logra que nos sintamos tan vivos, tan perfectamente humanos... Podemos llegar a notar esa conexión que hay con tu cuerpo, con todo tu ser... y que en otro momento del día, no la hemos podido llegar a tener.

Lo peor ocurre, cuando ese Silencio, es inoportuno, y bastante educado. Tú no quieres oírlo, quieres escuchar algo parecido a lo que de tu boca está saliendo... y no obtienes respuesta... solo el Silencio es quién tiene la valentía de ponerse frente a ti, y contestarte. ¿Cuántas veces le hemos obtenido de respuesta? ¿Cuántas veces le hemos odiado, porque justo en ese momento lo que menos querrías es tener su compañía? ¿Tan complicado es entenderle para que cuando llegue no duela?


Así es la vida... cuando tú quieres algo, puede que lo tengas...pero también cabe la posibilidad de que el Silencio sea tú única salida, tu única respuesta... Y de ese modo... seguir..¿Seguir? Sinceramente, creo que un Silencio a veces es necesario, pero cuando lo único que existe es eso... No hay razones por las que no pensar, que se ha convertido en tu compañero de la vida.. y eso no es vivir, es permanecer.. es respirar pero no sentir, es mirar pero no observar, es tocar pero no acariciar... es andar por el mundo sin fé, ni verdad.. sin cariño por uno mismo, ni por los demás...


Algo habrá que hacer... Deberemos comprenderle y hacerle entender, que aparecerá solo cuando nuestro cuerpo y nuestra mente lo necesiten... porque sino, lo acabaremos odiando, y no llegaremos a apreciarlo, como él se merece.






"Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio" Mario Benedetii.




Listen my personal peace... Here

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Silencio... A veces tan traicionero.. A veces tan sincero...

El silencio trae vacio... no dejes que te atrape!!

Anónimo dijo...

Silencio... a veces tan traicionero... a veces tan sincero...

El silencio trae vacío... No dejes que te atrape!!!