Miro hacia un lado y otro... y ¿qué veo? personas... cada una con su vida, con sus problemas y sus preocupaciones.
A veces nos parecen tan importantes nuestras cosas, que ignoramos, que la persona que está a nuestro lado puede sufrir, sentir y pensar igual que nosotros. Que el que nosotros tengamos una mala época, no convierte a la otra persona en alguien que no la pueda vivir... todo lo contrario, puede que sufra por lo mismo que tú.
Es complicado ponerse en lugar del otro, pero es tan sencillo como pensar que es un ser humano igual que lo eres tú.... que lo que a ti te duele, a esa persona también le dolerá.
Y es que a veces sentimos tal dolor, o tal incertidumbre... que creemos que solo nosotros somos portadores de ese peso, cuando hay gente con él, incluso antes que nosotros mismos. Con la diferencia, de que nuestros ojos, solo suelen ver lo que en nuestro interior padecemos ignorando el interior de los demás.
