Ayer leí una frase que decía que el dolor es la esencia del ser humano, que es inevitable, hagamos lo que hagamos, porque de un modo u otro acabará apareciendo.
Me gustó lo que dice, porque creo que tiene razón. Aunque nos quedaramos encerrados en casa sin hablar con nadie, sin hacer nada de nada, acabariamos sufriéndolo. No ya porque hicieramos daño a alguien de fuera, que también, sino a nosotros mismos.
Es algo inevitable... Ahora, eso sí, en nuestra mano está decidir un poco sobre ello. Podemos alargarlo, provocarlo para que aparezca antes, cortarlo para que duela menos... Tenemos muchas opciones de usarlo o de jugar con él.
Hay ocasiones en la vida, en las que vemos que el dolor, de la manera que sea, puede llegar. Ya sea propio o hacia los demás... Pero no queremos ver más allá de lo que en ese momento sentimos.
¿ Para qué pensar en lo que pasará en un tiempo? Ahora mismo no lo siento... pues a pensar en el momento... porque no sabes cúanto va a durar esa sensación que sientes ahora mismo.
Podriamos parar eso, y pensar con la cabeza " mejor evitar el posible dolor futuro". Pero no es lógico... porque así solo adelantamos el dolor a ahora... Es curioso, como si quieres evitar algo que es probable que ocurra, conseguimos el efecto contrario: que sea inmediato.
Parece un bucle, un lío que nuestra cabeza no llega a comprender....
Mi humilde opinión sería... evitar siempre pasarlo mal.. y disfrutar el momento, porque lo que tenga que llegar, llegará, seguro...
No merece la pena alterar las cosas que por razones desconocidas, se han producido tal cual están.
Si existen, es por algo... si aparecen hay un motivo... y nosotros no somos culpables o partícipes, de que así haya sido.
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